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  • Taro Arai

El error de la mercadotecnia sobre BIM

Actualizado: 31 jul 2021

La difusión de la metodología BIM ha ido en incremento desde hace varios años con la intención de que la industria de la construcción (AEC) se integre a la revolución 4.0 que básicamente significa tener todos los procesos digitales para aumentar la eficiencia, la productividad y mejorar la calidad de las obras.

Desafortunadamente las áreas de venta de la industria de software se ven obligadas a prometer soluciones para BIM, esto ocasiona que los usuarios oigan del software BIM, un término erróneo. Equivale a la estrategias de mercado en donde ofrecen vehículos que te aseguran alcanzar el éxito o perfumes que conquistan a la personas perfectas.


El problema de esta interpretación, que está dirigida a aumentar las ventas, es que la industria AEC está implementando una metodología simplona que demerita el esfuerzo que implica mejorar la comunicación "comprando una solución milagrosa". Con ello la industria no solamente se estanca, sino que hemos visto penosos retrocesos.


Hay voces que insisten que aplicar la metodología no se encuentra en un producto, pero falta insistir que es un esfuerzo de conjunto que implica derrumbar prejuicios que se han arraigado con el tiempo por los procesos anacrónicos de la construcción.


El esfuerzo

Cambiar de actitud es difícil, se requiere voluntad, convencimiento, disciplina, tolerancia e introspección. Todo lo cual es bastante raro de encontrar.


Pero si es difícil cambiar a las personas, hacer cambiar la forma de trabajo de un grupo es prácticamente imposible si todos (no solamente el coordinador o el capataz) no cambian de actitud. Es decir que una industria que lleva milenios operando de manera aislada, segregada, especializada y dividida, va atardar mucho tiempo en adaptarse a las necesidades actuales a no ser por imposiciones legales, lo cual no augura un éxito en el sentido de la cultura de la calidad.


Los prejuicios

Enumeraremos algunos prejuicios comúnes en la industria AEC porque conocer el problema generalmente es la mitad de la solución:


  • Así se han hecho las cosas por años, no se necesita cambiar

  • Las jerarquías son innamobiles, pues se hace lo que el jefe manda

  • El proyecto del arquitecto manda sobre la ejecución

  • El costo es un efecto inconmensurable en la construcción

  • El retraso en tiempo solo impacta cuando hay penalizaciones

  • La calidad se mide en velocidad y ahorros

  • El ingeniero está solamente para construir el proyecto

  • Los contratistas, proveedores y servicios son quienes retrasan la entrega

  • Los errores de construcción se resuelven en tribunales

  • La planeación es para ajustarse y los planos para corregirlos

  • Los trabajadores no tienen por qué participar en las decisiones

  • Las deficiencias en el trabajo son culpa de los demás

  • Habrá tiempo después para completar la documentación

  • Entregada la obra se termina cualquier relación de trabajo


Las metas

  • El cambio. Para superar problemas y buscar mejoras contínuas deben existir los cambios, los cuales producen incomodidad y malestar porque sacan a las personas de su estado de confort. La curación de una herida es necesariamente dolorosa.

  • La comunicación. Todos los males en la industria AEC son provocados por la falta de comunicación: las órdenes del jefe se acatan aunque sea en detrimento del personal, el costo o la obra misma. Así mismo las opiniones de subalternos o de trabajadores son ignoradas porque no poseen la jerarquía suficiente.

  • Apertura. La tecnología y la sociedad están en cambio constante, por lo que se debe tener la humildad suficiente para aceptar que otros pueden tener más conocimiento, experiencia y nuevas ideas.

  • La ética. El objetivo final es un acuerdo de grupo que implica compromiso, ayuda mutua, revisión constante, involucramiento con los diversos actores. No deben aceptarse caprichos del propietario, ni cerrazón de los técnicos, ni abusos de la autoridad.

Para lograr todo esto se requiere que las personas aprendan a trabajar en grupo (erradicar la pugna entre especialidades), tolerantes a las ideas frescas (si no son acertadas, en algún momento pueden serlas), empáticos (para apoyar cuando a otros se les dificulte) y proactivos (para buscar nuevas estrategias en el trabajo y la organización).


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